DECLARACIÓN
DE LA FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA SOBRE LA SITUACIÓN EN VENEZUELA
FEBRERO
2019
Nuevamente Venezuela está en la
mira y en el centro de los debates. Rimbombantes declaraciones en todos los
medios de prensa de diversos actores condenando al gobierno de Maduro, algunos
reconociendo a Guaidó como Presidente, otros distanciándose de ambos, como si
todo lo que está en juego en Venezuela ahora mismo, se dirimiera en el
reconocimiento o no de un gobierno determinado. El tema es mucho más de fondo,
y como ya lo hemos abordado en otras ocasiones, intentaremos aquí hacer un
análisis mucho más complejo, pero siempre parados desde nuestra concepción
Anarquista y Especifista, como parte de los pueblos latinoamericanos que
resisten a diario todas las estructuras del sistema capitalista y del
imperialismo norteamericano, presente desde hace casi dos siglos en nuestra
región.
El 10 de enero asumió un nuevo
período de gobierno Nicolás Maduro. En las semanas previas el Grupo de Lima (un
grupo creado e integrado por 12 países de la región a los solos efectos de
derribar al gobierno de Maduro) realizó activa campaña en contra de los que
ellos consideran es un "dictador", " usurpador", "un
gobierno ilegítimo", con el objetivo de impedir un nuevo mandato de Maduro
y del PSUV (Partido Socialista Unificado de Venezuela).
Esta nueva campaña vino
acompañada de una importante actividad interna de la oposición al gobierno del
PSUV, que incluyó la auto-proclamación del desconocido Juan Guaidó como
"Presidente interino o de transición". ¿Quién es Juan Guaidó? ¿De
dónde salió? La misma pregunta se hacía la prensa internacional que lo apoyaba,
es decir, los grandes medios internacionales apoyan a alguien desconocido y a
quien "presentan en sociedad". Ese mismo Juan Guaidó es un diputado,
supuesto presidente de la Asamblea Nacional, que desde 2016 no funciona, no se
reúne, debido a los conflictos ocasionados entre oposición y gobierno en
aquellos momentos, al asumir una mayoría opositora en dicha Asamblea o
Parlamento. Un conflicto de poderes dentro del Estado, pero que ahora la
derecha utiliza para intentar dar un nuevo Golpe de Estado.
Lo llamativo en esta ocasión es
que Juan Guaidó se convirtió de la noche a la mañana en el líder de la
oposición, contando con total apoyo del gobierno de Estados Unidos, para
desestabilizar nuevamente la situación política y social venezolana, de modo de
dar por finalizada "la Revolución Bolivariana" y reinstaurar a los
partidos de derecha y extrema derecha nuevamente en el gobierno. Los propios
operadores y cerebros políticos de la derecha venezolana criticaron a Guaidó
por su "tibieza" en los primeros momentos de su aparición pública
porque no se decidía a proclamarse "Presidente interino", como sí lo
hizo el 23 de enero a influjo de esa misma derecha y de los EEUU. Toda la
derecha incita al golpe de Estado liso y llano.
Esto no es nuevo
Esta nueva andanada de la
derecha venezolana vino de la mano del mensaje del vicepresidente
norteamericano Mike Pence, brindando apoyo a las movilizaciones contra Maduro
que se iniciaron el 21 de enero y que tuvieron su cenit el 23. Éstas fueron
movilizaciones inmensas, que sin duda, lograron captar y encauzar el
descontento y el desgaste de la población con la "Revolución
Bolivariana". Pero esto no significa que dichas movilizaciones expresen
los anhelos populares sino de las clases dominantes venezolanas y la extrema
derecha. De hecho Guaidó es el "referente", el peón colocado en esta
instancia por Estados Unidos, debido a que no hay otro. Los principales
referentes de la derecha están en extremo desacreditados ya sea por su
pertenencia de clase tales como María
Corina Machado, líder de Vente Venezuela y de Súmate, empresaria y miembro de
la "oligarquía" venezolana, a la cual el régimen chavista le ha
expropiado alguna de sus importantes empresas, como industrias del aluminio; o
Leopoldo López referente de extrema derecha del partido Voluntad Popular,
fotografiado atentando contra bustos del "Che" Guevara o Hernando
Capriles líder de Primero Justicia,
están hoy desgastados y no pueden ejercer un liderazgo eficaz. Por esa el
nombramiento de este "peón" y su lógica "incineración". La
finalidad es sacar a Maduro, establecer un gobierno de transición y luego
desembarcan los marines de EEUU y las empresas norteamericanas con sus
inversiones.
Pero decíamos que esta situación
no es nueva. En abril de 2002, Estados Unidos apoyó un golpe de Estado contra
Chávez en aquel momento, colocando en el gobierno a Pedro Carmona, presidente
de la patronal Fedecámaras. Un golpe de Estado con un claro sentido de clase si
quedaban dudas. Ese golpe falló, Chávez volvió al gobierno e impulsó con nuevos
bríos una serie de políticas sociales ("las Misiones") y de cierto
protagonismo del pueblo en "las comunas", en un inédito Poder Popular
desde arriba, desde el Estado, pero que sin embargo desató una importante
participación de la gente en un cierto período de tiempo, creando cooperativas
de producción, de consumo, organizando barrios enteros en forma autogestiva.
Ello convivió con la burocracia estatal y el papel cada vez más creciente del
Ejército, en un proceso contradictorio, pero donde el pueblo comenzaba a tener
un poquito de todo aquello que durante siglos le habían negado: una
alimentación digna, servicios sociales, cierta dignidad y participación social
y política.
Estaba fresco aún "el
Caracazo" de 1989, esa inmensa explosión popular contra la política
neoliberal de Carlos Andrés Pérez, que generó una hiperinflación y hambre, y la
feroz represión que la siguió causó 3 mil muertes. Chávez aparece públicamente en 1992, en un
intento de golpe de Estado que fracasa, siendo liberado años más tarde e
iniciando un movimiento político que reunió a la izquierda venezolana, incluso
a varios ex miembros de la guerrilla de los años '60. Un militar con discurso
nacionalista, girando paulatinamente a la izquierda, rodeado de gente y
partidos de un amplio arco de izquierda...uno de esos atípicos experimentos
políticos caribeños, que nos hacían recordar a los "populismos" de
los años '40 y '50.
Lo cierto es que concitó el
rechazo de la burguesía venezolana y la derecha. Un claro instinto de clase -y
de racismo- se ponía arriba de la mesa: para la burguesía ahora los negros y
mulatos, los indios, los pobres, los de abajo, accedían a "algo" y
ese "algo" siempre va a ser sobredimensionado por quienes tienen el
poder. Ese "algo" les pertenecía a los ricos, a los dueños de
Venezuela, y no estaban -ni están- dispuestos a perderlo.
Por ello el golpe de Carmona de
2002, el golpe de Fedecámaras, la Central de Trabajadores de Venezuela (central
amarilla financiada por EEUU) y por los partidos políticos tradicionales Copei
y Acción Democrática.
Fracasado dicho golpe de Estado,
EEUU -más directamente la Central de Inteligencia, la CIA- su puso a la obra
con ingentes recursos (cientos de millones de dólares) para financiar nuevos
partidos políticos de la oposición (Voluntad Popular, integrado por Guaidó
entre otros, Primero Justicia y otros), también financiando a diversas ONG's y
organizaciones promotoras de "educación ciudadana" y "derechos
humanos". La finalidad de la CIA era -y es- debilitar al régimen chavista
para colocar en el gobierno a la derecha. Los medios no importan. Si es por vía
electoral o vía la desestabilización y golpe de Estado no es relevante ni para EEUU
ni para la oposición venezolana.
La muerte de Chávez fue un duro golpe
para el régimen. Chávez nombró a Maduro
como su "delfín", sabiendo que dentro del PSUV recrudecerían las
luchas intestinas por cuotas de poder y que la corrupción y venalidad iban a
incrementarse, como de hecho lo hicieron. La población no acompaña con el mismo
entusiasmo a Maduro. Un proceso que tenía una alta cuota de "liderazgo
personal", de cierto "populismo de siglo XXI", encontraba allí
uno de sus puntos débiles.
Ante ello la derecha y EEUU
recrudecieron sus ataques. Se multiplicaron las diversas movilizaciones en el
mismo año de 2013, luego de la muerte de Chávez. Utilizaron como punta de lanza
al movimiento estudiantil, del cual un sector tenía fuerte infiltración de la
derecha. Pronto los partidos opositores pasaron por encima de los estudiantes
universitarios y encabezaron las protestas. Se hicieron famosos los fascistas
de Leopoldo López y Hernando Capriles con ropajes "democráticos". Las
cámaras de la prensa internacional estaban para mostrar cómo eran detenidos
estos reaccionarios y golpistas, pero no mostraba la resistencia popular en la
calle, como tampoco la mostró en 2002. Se demostró que las
"guarimbas" de la oposición estaban armadas con mucho dinero fluyendo
desde los diversos tentáculos de la CIA como NED e IRI (planes de financiamiento
de diversos organismos de derecha).
Desde allí hasta ahora, la
derecha alternó movilizaciones callejeras (no siempre masivas) y por lo general
en los barrios de los "escuálidos", en las zonas ricas de Caracas y
las ciudades, con la participación electoral. Pero las elecciones, ese manido
artilugio liberal burgués, es útil si da el resultado que la burguesía quiere.
Como el chavismo se ha especializado en ganar elecciones liberales burguesas,
la burguesía venezolana y norteamericana, y la mayoría de las burguesías del
mundo declaran que no son elecciones válidas, que en "Venezuela hay una
dictadura" y que "Maduro es un usurpador". Nunca se ha
demostrado más cierto que las elecciones son válidas si ganan los que los
poderosos quieren.
Esta es una nueva oleada de
ataques, pero han sido varias, y en todas ha salido derrotada la derecha y
EEUU. Sin embargo, el régimen de Maduro se va erosionando, aparecen divisiones
en su seno, diversos grupos y personas manifiestan su descontento sin volcarse
a la oposición, todo ello en un marco donde se ha agravado el cerco económico y
de distribución de alimentos y medicinas en estos últimos años. No se han
atacado los monopolios como el del gigante empresarial Polar en tan relevantes
rubros. Hay que sumarle la inoperancia,
la corrupción, la burocracia del propio gobierno y "el mercado negro"
que crece en estas situaciones de desesperación.
El petróleo
Todo el mundo sabe que el
objetivo primordial de EEUU es retomar el control del petróleo venezolano.
Venezuela es un lago de petróleo, literalmente. Allí están las mayores reservas
petrolíferas del planeta con más de 300 mil millones de barriles. Es la primer
reserva petrolífera del mundo. La segunda es Arabia Saudita, pero como es una
aliado "carnal" de EEUU, éste no osa invadirla ni agredirla de
ninguna manera, aunque allí gobierne una Monarquía Teocrática que financia el
terrorismo salafista (como Estado Islámico) o sea el país de Oriente Medio con
mayor nivel de represión a las mujeres, la prensa, etc. Allí EEUU no reclama
"democracia". La casa de Saud -ahora con Bin Salmán- son fieles
aliados de la potencia "democrática" del planeta.
Por este motivo, Venezuela e
Irán, entre otros países, están en la lista de "enemigos" de Estados
Unidos y éste pretende tomar su control por cualquier medio. Ya lo hizo en
Libia, de la mano de la "demócrata" Hillary Clinton y lo intentó
hacer en Siria. Estados Unidos no escatima en diezmar poblaciones, convertir a
ciertos países en la miseria más absoluta, volverlos "Estados
fallidos", tal como se hizo en Libia o en Irak. El petróleo: ese es el
objetivo de EEUU y las multinacionales del sector.
De hecho, el recrudecimiento de
las sanciones económicas contra Venezuela en días pasados, han tenido como eje
las acciones de Citgo, la empresa petrolera venezolana en EEUU, filial de
PDVSA. Por esas sanciones, EEUU bloquea 7000 millones de dólares y 11 mil
millones de dólares en exportaciones petroleras para este 2019. Ello totaliza
una tercera parte del PBI de Uruguay, aproximadamente. Citgo además posee tres
refinerías, 48 terminales de almacenamiento y 6 mil estaciones de servicio en
EEUU, un nada desdeñable capital, pero donde se vende y distribuye combustible
a un costo menor que las petroleras norteamericanas comandadas por los
Rockefeller, Bush, etc. También se ahoga a Citgo en materia crediticia a nivel
internacional.
Fue justamente a través del
petróleo que el régimen chavista pudo financiar las políticas sociales ("las
Misiones") y una cierta redistribución en los años de Chávez; como contrapartida
de ese petróleo a altos valores en el mercado mundial, Venezuela profundizó su
dependencia económica y no se industrializó. Pero ello le permitió una política
internacional interesante y de apoyo a países latinoamericanos, creando
Petrocaribe. Cuba y varias pequeñas Antillas se han beneficiado de esta
política de petróleo barato y de estrechar lazos diplomáticos. Fue este misma
política y alianza la que posibilitó la derrota de EEUU y el Grupo de Lima en
la OEA en días pasados. Pero fue esa política la que también motivó a Estados
Unidos a apoyar y dar un golpe de estado en Honduras contra el gobierno de
Zelaya, porque éste tibiamente se estaba acercando a la política exterior
venezolana. EEUU no podía permitirse que uno de sus "peones" se les
fuera del tablero. Honduras fue base militar de la "contra"
nicaragüense en los '80 y de todas las contrainsurgencias de esos años. También
de allí partió el golpe contra la " Revolución Guatemalteca" de
Arbenz en 1954. También motivó la política junto con Arabia Saudita de bajar
los precios internacionales del petróleo para mellar las posibilidades de
Venezuela e Irán y sus respectivas políticas exteriores.
Un largo historial de agresiones
Es nuestra América Latina un
territorio que ha soportado las más cruentas agresiones del imperialismo
norteamericano. Y nuestros pueblos han sufrido y soportado las consecuencias de
dichas agresiones. Es largo ese criminal historial, pero mencionemos algunas de
las más notorias. Invasión a México en 1845 y declaración de guerra. Resultado:
México pierde la mitad de su territorio, la cual es actualmente la zona
petrolera de Estados Unidos.
Cuba y Puerto Rico en 1898. A
través de la "Enmienda Platt" (enmienda agregada por EEUU en la
Constitución cubana), la isla se convertía en una colonia norteamericana. Allí
primaron los intereses de las empresas azucareras, la banca y el juego yanqui,
como también la prostitución. En su momento, la Revolución Cubana cortó estos
negociados y dicha relación colonial. Sin embargo, Puerto Rico se mantiene bajo
dominio pleno del águila norteamericana.
Pero en ambos casos, como en
Nicaragua (invadida ya en 1855), Estados Unidos aplica el mismo esquema: apoyo
a gobiernos "títeres", fraude electoral constante y golpes de Estado.
Si es necesario, en última instancia, desembarco de los marines. Invasión.
Contra ello luchó dignamente Augusto César Sandino en Nicaragua junto a su
guerrilla popular.
En 1914 invasión a Haití, saqueo
del país. Anteriormente, en 1903, EEUU se arroga el derecho de inventar un
país: Panamá. Financió y apoyó un "movimiento independentista" en esa
zona de lo que era Colombia. Es decir, quitó una parte de Colombia para
construir allí el famoso Canal Interoceánico, el cual fue territorio de los
Estados Unidos, custodiado por sus marines. Por ello Omar Torrijos, quien negociara con EEUU la
devolución del Canal a manos panameñas, fue asesinado en un atentado en 1981.
Más cerca geográficamente, el
apoyo directo de la CIA y la Embajada de EEUU al golpe de Estado de Pinochet en
Chile en 1973, muy bien documentado. Del mismo modo, su participación activa en
el Plan Cóndor que asesinó y desapareció a decenas de miles de compañeros en el
Cono Sur. El apoyo de EEUU a los innumerables golpes de Estado en Argentina,
Brasil, Bolivia y al Paraguay de Stroessner, su apoyo al golpe de 1973 en
Uruguay. La invasión a Granada en 1983.
La invasión de los marines a
Panamá nuevamente en 1989, para "liberar" a ese país de Noriega, un
cruel dictador. Claro, lo que los norteamericanos no estaban dispuestos a admitir
era que Noriega era "Su Hombre" en Panamá. Trabajaba para la CIA y
para la DEA, pero se le ocurrió "saltarse" a los yanquis en el
tráfico de cocaína desde Colombia vía Panamá hacia EEUU. No le iban a perdonar
ese "pecado" y de pasó el gobierno norteamericano disciplinaba al
pueblo panameño. Arrasaron el país y dejaron 3 mil asesinados.
Ejemplos sobran. Miles de
crímenes. Los listones rojos de su bandera son de sangre, de pueblos asesinados
por sus mezquinos intereses. Por los intereses de una burguesía que se cree
dueña del mundo.
Es más, el plan de agresión
contra Venezuela en sus inicios, era muy similar al utilizado en Chile en 1973.
En esta última etapa le han ajustado "detalles" de relevancia: prevén
descaradamente invadir el país sin mayores tapujos.
El escenario internacional
El escenario internacional juega
mucho en la crisis venezolana. Maduro antes de asumir su nuevo mandato fue a
Rusia a reunirse con Trump para garantizar su apoyo en todos los terrenos. El
papel de China también es importante. Tanto Rusia como China tienen importantes
inversiones en Venezuela y en América Latina en general. Eso hace que esta
región entre en el tablero de las disputas inter-imperialistas mundiales.
Pero algo de cierto hay en eso de
que se terminó la "unipolaridad" post Guerra Fría. Ya EEUU no puede
imponer su plena voluntad en el mundo sin más, aunque mantenga un poderío
militar arrollador. Lo último fue Libia. En Siria ya sintieron el freno de
Rusia en el terreno diplomático pero también en el terreno militar y en las
alianzas muy hábiles que el gobierno ruso desplegó, y de China en el campo
diplomático. En Venezuela ocurre otro tanto, sólo que en la "zona de
influencia" directa de EEUU. En sus reservas petroleras directas. Y no
está dispuesto a tolerarlo.
Decíamos que EEUU perdió la
votación en la OEA gracias a una política venezolana de largo aliento. ¿Cuánto
durará ese apoyo de las pequeñas Antillas? ¿EEUU invadirá alguno de esos
pequeños países? Lo cierto es que ha sido asqueroso el papel del uruguayo
Almagro. Un engendro del progresismo, del riñón de Mújica,
"palanqueado" por éste en el terreno internacional y colocado en la
Secretaría General de la OEA. O Almagro tiene dos caras, o sirve a quien le da
"trabajo" o estamos frente a una infiltración del más alto nivel,
digno de las mejores novelas de espionaje. Los servicios secretos venezolanos y
cubanos señalaron que ya sospechaban desde la época del gobierno de Mújica que
Almagro trabajaba para la CIA. Lo cierto que ahora sí lo hace y lo hace
directamente para Trump. Figura deleznable, asquerosa y rastrera.
Y es en el escenario
internacional donde se juega buena parte del conflicto, porque EEUU no puede
permitir que un país de su "zona de influencia" tenga una política
exterior independiente y encima, le intenté ordenar de otra forma su "patio trasero".
Tiempos muy complejos vendrán
Mientras EEUU y Almagro al
frente de la OEA y el Grupo de Lima preparan una invasión a Venezuela, nada
dicen en contra de otros regímenes que sin duda nada tienen de democráticos.
Nada dicen del gobierno hondureño, elegido por fraude electoral comprobado,
luego de que un golpe de Estado depusiera a Zelaya en 2009 y reordenara la
situación interna, con una feroz represión al pueblo con muertos y
desaparecidos.
Nada dicen del "golpe
blando" de Temer y el ascenso del nazi de Bolsonaro, ya que claro, eso es
de su propia factura. Una creación norteamericana oportuna para estos tiempos.
Uno de los elementos necesarios para desatar esta nueva oleada golpista e
injerencista en Venezuela era el necesario apoyo del gobierno brasileño, y de
un gobierno fuerte claro está. Lo mismo se puede decir de Colombia. Con las
FARC ya entregadas al juego electoral burgués, EEUU puede utilizar a piacere al ejército colombiano y a los
paramilitares. Se vuelve relevante en este caso el papel del ELN (Ejército de
Liberación Nacional) de cuño camilista -guevarista, que no se rinde y está
tratando de resistir y ha aumentado su presencia en la frontera colombiano
-venezolana. Puede estarse gestando un conflicto regional si Brasil y Colombia
intervienen, quedando atrapado en el mismo el ELN.
Por lo pronto, EEUU no escatima
con sumir a Venezuela en el caos, con tal de retomar el control petrolero y
destruir ese pequeño polo antagónico dentro del capitalismo, en su hemisferio,
quitando apoyo a Rusia, China e Irán.
Pero esta intervención nos
colocan a los pueblos latinoamericanos frente a un escenario de lucha. Una
agresión norteamericana en el continente debe tener respuesta popular:
movilizaciones callejeras masivas, amplio rechazo popular. Marcaría de hecho el
inicio de una nueva etapa en nuestro continente. Sería el desembarco directo de
tropas yanquis en territorio de un
pueblo hermano y aumentaría el grado de agresividad del imperialismo
norteamericano hacia nuestros pueblos.
Por ello, lo único que cabe a todos los hijos de esta tierra, es la condena
unánime y absoluta de cualquier tipo de injerencia, de cualquier intervención
económica, diplomática o militar en nuestro continente. Los
EEUU no son bienvenidos, vienen a masacrar al pueblo venezolano hoy y mañana
continuarán con otros.
América Latina está en un momento
de quiebre. Es tarea de los pueblos Resistir, fortalecer los organismos
populares que permitan hacer frente a cualquier agresión o intento de
desestabilización de la derecha. Los pueblos encontrarán su propio camino y el
pueblo venezolano ha dado muestras de combatividad ejemplares.
En América Latina ni yanquis ni gusanos
Poder Popular desde Abajo!!!
POR LA LIBRE AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS!!!
FUERA YANQUIS ASESINOS DE AMÉRICA LATINA!!!
POR EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD!!
ARRIBA LOS QUE LUCHAN!!
FEDERACIÓN ANARQUISTA URUGUAYA